No es suficiente con tener algo bueno, tienes que saber contarlo.

Si te gastas mucho dinero probando mil cosas para mejorar tus ventas, pero no logras ser una marca destacada, entonces sigue leyendo.

Aquí vas a entender cómo otras empresas conectan con sus clientes y cómo puedes hacerlo tú para empezar a aumentar tus ventas desde la emoción.

Por cierto, si quieres empezar a aplicar mejoras en tu copy desde hoy, suscríbete a nuestra newsletter en la que obtendrás una guía en PDF para escribir textos con emoción y que enganchen.

Antes de que empieces a leer, debes saber que esta información solo te va a servir si tienes un buen producto, porque si no es así, poco tienes que hacer aquí.
No hablo solo de calidad, hablo de productos con un beneficio real y NO de productos de compra compulsiva.
Si es así, continuamos.

Vamos a partir de que todos nos movemos más por las emociones que por la lógica.

Esta sencilla reflexión tiene mucho valor y será un antes y un después en tu forma de dirigirte a tus clientes.

Yo soy de las que piensa que todo se ve mejor con un ejemplo.
Así, que, para que lo veas con claridad, te voy a poner un ejemplo de una campaña que usó una marca hace algunos años.

Piensa en una persona a la que quieras mucho, pero que, por cosas del trabajo, falta de tiempo o distancia, veas poco.

Yo voy a pensar en mi hermana.

Ella vive en otra ciudad y la veo unas tres veces al año.

Ahora, ¿qué sentirías si te dijera que solo te quedan unos meses para compartir con esa persona en la que pensaste?

Cuando vi el anuncio y el tiempo que me quedaba con ella, sentí que se me oprimía el pecho, porque nunca había pensado en la posibilidad de que dejara de existir, en que pudiera morir.

Era un sentimiento desolador; no era capaz de creerlo y empecé a llorar.

Empiezas a llorar porque sabes que muchas veces tuviste tiempo para visitarla, para invitarla al cine o simplemente contestar cuando te hacía una llamada.

Por eso lloré.

Porque podía haber hecho más.

Porque sé que no disfruté lo suficiente con ella, por estar “ocupada” en cosas que ya ni recuerdo.

¿Cómo sé que me quedan unos meses para verla?

En la campaña, había una calculadora, donde poniendo los días que ves a la persona al año, y los años que os quedan, de media, por vivir, te muestra el tiempo que os queda por compartir.
Es un cálculo sencillo que puedes hacer sin ni siquiera usar la calculadora esta, pero a ninguno se nos hubiera ocurrido hacer el cálculo si no hubiera sido porque nos despertaron esa curiosidad.

A mí me quedan más o menos unos cuarenta días para compartir con mi hermana.

Es el tiempo que nos queda en esta vida para compartir juntas.

Eso es muy poco tiempo. 

Claro que es poco tiempo y ahí es donde surge la fuerza de la campaña. 

Es donde se nos sugiere que tenemos que vernos más.

Esta fue una campaña de Ruavieja del año 2018.

No se limitaron a decir: «compra mi crema de licor».
Fueron más allá y ahondaron en la herida, en un sentimiento que tenemos todos, y lo usaron como reflejo de su producto.

Yo no bebo, no seré clienta, pero a pesar de no serlo, ha generado en mí un sentimiento y ahora, cada vez que escucho Ruavieja pienso en los días que me quedan con las personas que quiero.

Si utilizas las emociones en tu negocio, las personas te recordarán.
Cuando piensen en ti, les generarás un sentimiento.

¿Te ha quedado más claro con el ejemplo?

Eso es lo que hacemos en Oveja Amarilla: creamos emociones alrededor de un producto a través del copywriting, te ayudamos a contarlo.

Te ayudamos a perfilar tu identidad para que crees una comunidad auténtica y no como las de redes sociales.
Buscamos lo que realmente quiere tu cliente cuando quiere comprar tu producto.
Nos fijamos en las cosas, en esos pequeños detalles que pasan desapercibidos para la mayoría, pero que marcan la diferencia.
Nos enfocamos exclusivamente a un proyecto hasta que ha empezado a conectar con los clientes y puede continuar sin nosotras.

Te diferenciamos del montón, encontrando tu punto diferenciador.

Ya tú has hecho el trabajo de crear un buen producto, nosotras te ayudamos a transmitirlo con emoción.

+ No somos una agencia con siete becarios en prácticas y dando órdenes desde un trono, somos las que creamos, somos las dos ovejas amarillas del rebaño.

VAMOS A HABLAR A VER SI CONECTAMOS